El doctor Madrazo

La portada del libro Homenaje al Dr. Madrazo sirve de motivo para tributar el que se quiere hacer desde esta bitácora a una persona sin la cual no sería posible entender muchas de las cosas que se hicieron en el Ateneo Popular.

El doctor Enrique Diego-Madrazo, apoyó a los iniciadores del Ateneo Popular desde el primer momento, respaldo que ellos supieron agradecer con afecto y por medio de homenajes y distinciones. Además, su presencia en el Ateneo sirvió de imán para la llegada de numerosos profesionales de las diferentes ramas del saber.
El 25 de septiembre de 1927 le entregaron un pergamino en el que se le nombraba presidente de honor y el 11 de septiembre de 1932 el Ateneo Popular le tributó un homenaje al que se adhirió toda la provincia.

Los libros de la Biblioteca II

Algunos años después de la aparición de la Corona poética, me llamó Alastair para decirme que tenía otro libro que había pertenecido a la Biblioteca del Ateneo Popular. Se trataba de El lunar, de A. de Musset, con traducción de Federico Viera y publicado por la Editorial Pegaso en 1924.

Deogracias Mariano Lastra López

El arquitecto Deogracias Mariano Lastra (en primer término con las manos en los bolsillos) fue presidente del Ateneo Popular desde febrero de 1928 hasta su desaparición nueve años y medio más tarde.

Durante ese periodo se consolidó como la entidad cultural de carácter cultural con mayor implantación en la sociedad. Colaboró con las autoridades municipales en la extensión de la enseñanza primaria cediendo los locales del Ateneo para el establecimiento de tres unidades de párvulos. Se incrementó la oferta de actividades y se construyó la sede de la calle Pedrueca.

Lastra fue el principal personaje de la historia del Ateneo Popular de Santander, para el que también trabajó desde las otras facetas de su persoanlidad, como arquitecto y como concejal republicano del Ayuntamiento de Santander.

Los libros de la Biblioteca I

La creación de una biblioteca circulante fue el primer objetivo de los fundadores del Ateneo Popular. Su dedicación a ella de manera prioritaria supuso que estuviera en continuo crecimiento y se fundaran "sucursales" en otras localidades de la provincia.

En la librería Carmichael Alonso libros, de mis amigos Alastair y Carmen, han aparecido algunos ejemplares que pertenecieron a la Biblioteca del Ateneo Popular y aún conservan el sello que así lo demuestra.
El primero que localizamos es una rareza bibliográfica, el ejemplar número 42 de Sobre la tumba de Enrique Menéndez y Pelayo. Corona poética de sus amigos, editado por José María de Cossío, en el que se pueden ver tres sellos en páginas interiores, aunque están bastante difuminados.