martes, 30 de marzo de 2010

Taquigrafía Española

La Sección de Taquigrafía se creó en torno al profesor de la misma asignatura, Luis Montes de Neira, quien a pesar de su juventud había ideado un nuevo sistema de taquigrafía, al que denominó Taquigrafía Española, que permitía alcanzar velocidades superiores a las logradas hasta entonces.
En 1935 la sección comenzó a editar la revista cuyo primer número llevaba la portada que se muestra, creación del propio Montes de Neira.
Lamentablemente a partir de la primavera de 1936 se dejó de publicar. Aunque el último número, con el que se celebraba el primer aniversario de la revista, fue extraordinario y recomiendo su lectura ya que hay firmas de colaboradores muy interesantes y se encuentra entre los fondos de la Biblioteca Municipal de Santander.

lunes, 22 de marzo de 2010

La enseñanza en el Ateneo Popular

La labor educativa del Ateneo Popular supuso la mayor parte de los esfuerzos que diariamente se hacían en él. El crecimiento constante del número de alumnos fue una de las razones de la migración por locales de la ciudad para poder instalar sus diferentes secciones.
Por sus aulas pasaron cientos de alumnos de todas las edades, algunos de los cuales, con los años, se convertirían en personajes conocidos en la ciudad, como el poeta José Hierro, el publicista Eulalio Ferrer, los hermanos Bedia (Joaquín y Gonzalo), el pintor Miguel Vázquez, el autor de los famosos cartelones del Gran Cinema, Eloy López, y otos muchos, algunos de cuyos nombres aparecerán en el próximo libro. Naturalmente estaban los dos hijos del conserje que tenían edad para ello: Antonio y Pedro Mediavilla.
En el elenco de profesores aparecen nombres conocidos como Federico Iriarte de la Banda, Jesús Revaque, Gabriel Taylor, Flavio San Román, Luis Montes de Neira o Antonio de Póo.

lunes, 15 de marzo de 2010

Espasa

Desde la fundación del Ateneo Popular su biblioteca fue el primer elemento puesto a disposición de los socios para iniciar su labor educadora. Comenzó a formarse con donaciones, fórmula de incremento de sus fondos que se mantuvo siempre, pero también se dedicó alguna cantidad de dinero a la adquisición de nuevos títulos.
En el año 1928 el Ateneo se suscribió a la Enciclopedia Universal Ilusrada que estaba editando Espasa. La suscripción significaba ser incluido en una lista a la que se enviaban los tomos a medida que iban apareciendo. El Ateneo Popular fue haciendo frente a los pagos hasta la conclusión de la edición. Vendrían luego los apéndices y más tarde las actualizaciones bianuales.
El Ateneo de Santander, que no había estado suscrito, pero a partir de la guerra contaba con una, pretendió, en los años 40, asumir la suscripción del Ateneo Popular, pero el control de aquella lista que realizaba la, ya entonces, editorial Espasa-Calpe, lo impidió al no poder demostrar que se trataba del mismo ateneo.

lunes, 1 de marzo de 2010

Una anécdota

En 2006 Mario Crespo publicó la historia del Ateneo de Santander que le había encargado la propia institución y que luego no quiso publicar, lo que acabó haciendo el Centro de Estudios Montañeses. Pues bien, en la página 22 cuenta una anécdota que es una de las pocas referencias al Ateneo Popular que se conservan en su archivo y que expongo yo aquí, con mis palabras.
En 1949, cuando se tenía la esperanza de que en la reconstrucción de Santander tuviera cabida un edificio propio para el Ateneo de Santander, la Junta General acordó dirigirse a varias instituciones con el fin de recaudar dinero suficiente para poder llevar a cabo la construcción. Se ve que la necesidad afila las mentes y la petición que dirigieron a la Delegación Nacional de Sindicatos exponía como argumento "en el que se proyecta, se quiere, en cierto modo, suplir la falta del Ateneo Popular que, con éxito indudable, aunque con tendencias erróneas en algún momento, funcionó en Santander hasta el año 1936".
Extraña justificación cuando todavía se estaba persiguiendo a alguno de los más importantes socios del Ateneo Popular. No tendría nada de raro que estas palabras fueran la razón por la que se negó la subvención y el Ateneo de Santander siga viviendo de prestado hasta hoy.