lunes, 9 de enero de 2012

Cierre de la librería San Quintín

Como colofón a un año problemático (al menos) llegó en el mes de diciembre la noticia del cierre de la librería San Quintín, de Rodolfo Plana. Al parecer una de las razones ha sido el estado del edificio en que se encontraba, la foto demuestra que no era precisamente espléndido, pero si se aumenta la imagen se puede comprobar que lo más triste es el actual vacio del escaparate y las estanterías.
La inauguró en 1988 en la calle San Luis y desde entonces ha surtido de viejos y buenos libros a los amantes de la literatura, la historia o las humanidades en general. No han faltado en sus estanterías obras de ciencia y técnica, pero como comenta en la entrevista que publicó El Diario Montañés, su pasión por la buena literatura le llevó a llenar con ella las baldas y a pasar muchas horas de lectura mientras atendía a cuantos entraban en el pequeño local.
Se pierde así el único lugar de Santander dedicado exclusivamente al libro viejo. No es el primero que lo hace, en los noventa, si no me equivoco, cerró Popol-Vuh, en la calle San Celedonio, una zona, por cierto, que ha pasado de estar bastante degradada a convertirse en uno de los focos culturales de la ciudad a través de las actividades que realiza la asociación Sol Cultural en la calle del Sol, donde precisamente se encuentra la única librería de viejo que nos queda, Roales,que no se dedica sólo a la letra impresa porque los intereses de su propietario son muy diversos.
Volviendo a la decisión de Rodolfo Plana, espero que sea un bache en el ánimo y pronto recupere, de algún modo, una actividad a la que estaba destinado por naturaleza y que proporcionaba gratos momentos a los que nos acercábamos por allí.
Un común amigo, el doctor sevillano-cántabro Manuel de la Sierra, me comentaba la sorpresa que le supuso enterarse del cierre de un rincón de la geografía urbana que era referencia obligada para muchos escritores y bibliófilos.
Con el cierre de San Quintín no sólo se pierde una librería, se clausura un refugio y en ocasiones una caja de sorpresas.

1 comentario:

Javier Vila dijo...

Una verdadera lástima. Son los tiempos que corren: el País promociona hoy tablets para leer la prensa, contribuyendo así a la desaparición del periódico en papel. El libro electrónico ha sido el regalo estrella, junto con los móviles smartphone, los iphone y los ipad, un año más...
El progreso es recortar fondos públicos en educación y cultura, para que no se enfaden los mercados financieros...
Felíz Año 2012